viernes, 21 de mayo de 2010

REFLEXIONES TRAS LA MANIFESTACIÓN DE HOY




Durante estos días hemos leído y escuchado de todo respecto a la medida del Gobierno de España de reducir el salario de los funcionarios. Esta tarde hemos salido a la calle en Murcia para protestar por esta medida que va en contra de los derechos de los trabajadores de la empresa pública.


Deseo centrar esto muy bien porque podemos estar de acuerdo o no con la medida, pero resulta necesario recordar que al igual que ocurre en la empresa privada cuando el empresario decide tomar una medida que va en contra de los derechos de los trabajadores, estos tienen su derecho a manifestar su oposición a la misma a través de los procedimientos legales establecidos.


Llevo unos días en los que he escuchado de todo: que si los sindicatos son los que han causado esto por no haber convocado antes una huelga general, que si Zapatero tiene que dimitir ya, que si la medida es correcta porque los funcionarios son todos unos gandules, etc… Seguro que estas no difieren mucho de las que vosotros hayáis podido escuchar estos días por la calle.


Así que ante este panorama, los sindicatos de la función pública de la Región de Murcia decidimos convocar una manifestación por las calles de Murcia coincidiendo con el Consejo de Ministros en el que se iba adoptar esta medida sin precedentes en la historia de la España constitucional.


Como sabéis, me dedico a la actividad sindical por compromiso social con los trabajadores de la enseñanza, y por los trabajadores y trabajadoras de la Región de Murcia con independencia del sector laboral al que pertenezca. Entre otras cosas, milito en la Unión General de Trabajadores porque creo en la unidad de acción y en la solidaridad entre todos los trabajadores.


Y si, esta tarde me he manifestado por las calles de Murcia para expresar de forma democrática y pacífica mi rechazo a las medidas del Gobierno de España, al igual que he hecho cuando el Gobierno de la Región de Murcia ha tomado medidas que van en contra de las condiciones laborales de los funcionarios.


Como comentaba anteriormente, los trabajadores de la empresa pública cuando manifestamos nuestro rechazo debemos expresarlo ante nuestra empresa que en nuestro caso viene representada en la figura del Presidente del Gobierno de España y en el Presidente del Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.


Aunque ahora estoy desempeñando una labor sindical en el ámbito de la enseñanza, siempre tengo presente que mi vocación es enseñar, dar clases de educación física en mi instituto, disfrutar y aprender con mis alumnos y transmitir valores sociales a través del deporte. Reconozco que lo echo de menos porque ante todo, me considero un maestro vocacional.


Digo todo esto porque he sentido mucho escuchar en la manifestación de hoy gritos de “¡Delegado dimisión! ¡Zapatero dimisión!”. He sentido por dos motivos fundamentales:
Primero porque los presidentes los eligen nuestros representantes en el Congreso Diputados que previamente son elegidos por nosotros, los ciudadanos. En un país democrático como el nuestro, el poder de elegir a nuestros representante esta en el pueblo y somos todos nosotros los que tenemos la responsabilidad de elegir cada cuatro años. A lo largo de mi vida me he manifestado varias veces, digamos que bastantes, por diversos motivos, y nunca me he puesto la palabra dimisión en mi boca. Ni cuando salimos a la calle en contra de la guerra de Irak, ni cuando salimos en contra de la suspensión de acuerdos retributivos por parte del Gobierno de Valcárcel, ni ahora que protestamos por la medida del Gobierno de Zapatero.


El segundo motivo es que una vez mas me reafirmo en la necesidad de que en la Región de Murcia llevemos a cabo una verdadera pedagogía social. Resulta imprescindible que desarrollemos un modelo pedagógico para formar a nuestros ciudadanos en cuestiones básicas de un Estado democrático. Las personas que está tarde pedían la dimisión del Delegado del Gobierno no creo que se muevan por intereses laborales, sino que estos están más próximos a criterios de determinados partidos políticos. Se muy bien de lo que hablo porque esos mismos que pedían la dimisión de Zapatero y del Delegado del Gobierno, son los mismos que permanecían callados cuando hace unas semanas nos manifestábamos ante el Palacio de San Esteban. Algunos los podría citar porque los conozco personalmente.


Días como el de hoy, no hacen mas que motivarme para afrontar el importante reto que tenemos por delante, que no es otro que formar a una ciudadanía activa defensora de los intereses colectivos. Hoy más que nunca me siento orgulloso de ser maestro y saber que una vez cese de mi responsabilidad sindical, volveré a mi instituto para enseñar y aprender con mis alumnos que otra sociedad es posible.

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