jueves, 13 de mayo de 2010

EL DÍA DESPUÉS




Día de resaca y no sólo en términos futbolísticos por la impresionante victoria del Atlético de Madrid en la final de la antigua Copa de la UEFA, rebautizada con un nombre más europeísta. Me estoy refiriendo a la medida adoptada por el Gobierno de España en relación al Plan de Austeridad que implica una bajada de los salarios de los funcionarios de una media del 5%.

Esta mañana nos hemos concentrado frente a la Delegación del Gobierno en Murcia unos 400 delegados y delegadas sindicales en protesta por esta medida que consideramos injusta y que va en contra de lo que hasta ahora venía defendiendo el Presidente del Gobierno de España. Ha sido un día de muchas conversaciones, reflexiones y apuntes.


Me puedo quedar con muchas cosas. Desde una compañera funcionaria con tres hijos a su cargo que en su nómina apenas llega a los 1.000 euros al mes, o de otra compañero que su esposa está en el paro y sostiene la economía familiar con sus 800 euros. También me llegan llamadas de amigos fuera del ámbito de la función pública, que valoran positivamente esta medida porque toca a un sector “privilegiado”.


Pienso que no deberíamos caer en las generalizaciones: no todos los funcionarios cobramos lo mismo, ni todos somos unos gandules. Como en cualquier empresa, y la nuestra es la empresa pública, se pasan momentos difíciles. Momentos en los cuales se tienen que sufrir recortes y ello nos tiene que hacer reflexionar, que como en la empresa privada, tenemos derecho a protestar por aquello que va en contra de nuestros intereses.


En tiempos de bonanza económica pocos se acuerdan que nuestros salarios crecen por debajo de la media, y que nuestro poder adquisitivo se ve reducido como consecuencia de una boyante situación económica. Reconozco que cuando los trabajadores de la empresa pública protestamos, tiene mucha más repercusión porque afecta a servicios básicos de los ciudadanos como sanidad y educación.


Desde la Unión General de Trabajadores hemos convocado a una serie de movilizaciones que finalizarán con una huelga general en el sector de la función pública el próximo 2 de junio. Reconozco que esta será una decisión discutible pero legítima en cualquier caso por el bien de los trabajadores y trabajadoras de la empresa pública a los que también representamos.

No hay comentarios: