No nos podemos quejar de la entrada de la primavera que estamos teniendo. Estos primeros días primaverales han venido con un regalo del cielo en forma de agua. Ha sido un placer sacar los paraguas y pasear por nuestro pueblo.
Lo peor de todo es lo mal acondicionadas que están las calles y los problemas de tráfico que se ocasionan (aunque esto no es una novedad porque lamentablemente todos los días tenemos que sufrir continuos atascos y retrasos para accedar al centro de Murcia).
Esta misma mañana conforme iba camino a mi trabajo en el instituto he disfrutado de contemplar la humedad de la mañana y un aroma en el ambiente que invitaba a caminar. Y es que hay que reconocer que es todo un lujo poder disfrutar de la escasa huerta que todavía nos queda. A veces pienso que desde el Ayuntamiento se debería hacer más por perservar el entorno de Murcia, la protección del medio ambiente y el pensar que no todo se reduce al ladrillo y la especulación.
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