lunes, 14 de enero de 2008

FIN DE SEMANA EN BARCELONA


Este pasado fin de semana he estado en Barcelona. Aproveché que el sábado por la tarde se enfrentaban el Real Murcia contra el F.C. Barcelona para asistir al partido y pasar el fin de semana en la ciudad condal. No es la primera vez que había estado en Barcelona y he de reconocer que es una ciudad que me tiene cautivado por varios motivos.

No quiero hablar aquí de su diversidad cultural y artística, ni de su excelente ordenación urbana, ni de su riqueza patrimonial, ni de sus magníficas vistas, …; no, no quiero hablar de nada de eso. Quiero hablar de Barcelona y de sus gentes.

Hay dos hechos que me han llamado significativamente la atención. Uno es el respeto que los ciudadanos de Cataluña manifiestan hacia la conservación del espacio colectivo que se pone de manifiesto en el fomento del uso del transporte público y de la bicicleta para la protección del medio ambiente convirtiendo a Barcelona en un ejemplo de ciudad que apuesta decididamente por una movilidad ecológica. El otro rasgo significativo lo presencié en el mismo estadio de fútbol, me refiero el respeto que mostraron los aficionados catalanes hacia el rival contrario y muy especialmente, hacia los aficionados murcianistas. En la zona en dónde estuvimos ubicados un buen número de seguidores del Real Murcia los aficionados culés respetaban las acciones del contrario, llegando incluso a mostrar signos de amabilidad y respeto hacia los que nos habíamos desplazadazo desde Murcia.

Quiero resaltar este aspecto porque muchas veces recurrimos al chiste fácil para mostrar una visión de los catalanes que nada tiene que ver con la realidad. Para mi no es algo nuevo, pues durante toda mi vida he crecido junto a mis vecinos catalanes que si me han demostrado algo ha sido el espíritu trabajador y solidario hacia lo que es de todos.

Muchos podrán contar experiencias positivas o negativas, e incluso caer en la fácil generalización del tipo de “es que todos los catalanes son …”. Yo prefiero quedarme con sus gentes. Yo me quedo con Barcelona.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al hilo de lo que se comenta en este artículo, señalar que me siento bastante identificado con el mismo, dado el gran respeto y cariño recibido por las gentes de Barcelona.

Comentar que yo viví en propia persona esa ambilidad de sus gentes, ese bien estar en el estadio del Camp Nou, y la verdad es que quedé bastante sorprendido, ya que mi opinión en un principio no se ajustaba a lo que al final pude apreciar y recibir.

Es por ello que en caso de tener que regresar, o en su caso de tener la oportunidad de volver a visitar esa gran ciudad, la verdad es que lo haré con mucho agrado.

1 saludo