jueves, 3 de enero de 2008

PRIMEROS DIAS DEL AÑO

Estamos en los primeros días del año 2008 y se nota en el ambiente la sensación colectiva de que estamos aterrizando al nuevo año. Quizás los excesos de estas fiestas, las comidas pantagruélicas y las sobremesas interminables sean la causa de que durante estos días andemos un poco desorientados de aquí para allá.

Parece ser que no somos los únicos, sino que nuestros representantes públicos también se encuentran en similar situación en los que apenas existe actividad municipal y regional. Tan sólo tenemos que leer los periódicos regionales para percibir la escasez de información local existente. La verdad que me parece bien que todos no tomemos unos días de descanso que nos sirvan para desconectar de las vicisitudes diarias y podamos encarar las semanas venideras con energías renovadas.

Otra cosa distinta es como ha empezado la actualidad nacional. Ahora mismo no se habla de otra cosa que no sea las maltrechas relaciones entre la jerarquía eclesiástica y el PSOE, entiéndase, la Iglesia y el Gobierno de España. Desde mi óptica personal pienso que se debe trabajar por cumplir lo acordado en nuestra Constitución de 1978 y sobre ella sentar las bases para favorecer la integración de todos sentado en la base del respeto mutuo. Pienso que podemos convivir todos ejerciendo cada uno su responsabilidad desde su ámbito de influencia.

Por este motivo, ahora que se realizan propósitos para el nuevo año, le pediría a los responsables del litigio que asumieran las palabras que el obispo San Agustín pronunció hace muchos años cuando expresó en latín: “In neccesariis unitas, in dubiis libertas, in ómnibus caritas” que se traduce en “En lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; en todo caridad”.

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