miércoles, 8 de julio de 2009

EL DIÁLOGO


Estoy recién llegado de Águilas donde he asistido al curso “EL PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA II. MATERIAS DE NEGOCIACIÓN” organizado por la Universidad de Murcia en el marco de los cursos de verano de la Universidad del Mar. Se trataba de una ocasión especial porque intervenía como ponente mi compañera Maribel Loranca, Secretaria de Organización y responsable de Elecciones Sindicales de FETE-UGT. En la mesa redonda en la que ha participado, se ha debatido sobre diversas cuestiones relacionadas con la negociación colectiva entre la Administración y las organizaciones sindicales. Por encima de todo, la palabra que más veces hemos escuchado ha sido “diálogo”.


Ahora que corren tiempos difíciles, en los que vemos, leemos y escuchamos en los medios de comunicación la palabra “crisis” comprobamos como esta va asociada inmediatamente la necesidad de “diálogo”. Diálogo entre todas las partes para que cada uno pueda aportar todos sus conocimientos y recursos para tratar de salir de la situación económica actual.


Lamentablemente, vemos como esto no se produce y que cuando se producen intentos de favorecer el diálogo social entre los empresarios y los sindicatos, observamos como espectadores pasivos, que lo que empieza con ilusión tan sólo se queda en una mera declaración de intenciones.
Esto no sólo es aplicable a la vida social sino que también nos sucede en la vida cotidiana. ¿A quién no le ha pasado que ante un problema con alguien en vez de sentarnos a hablar y dialogar, lo que hacemos es dar vueltas sin llegar a un punto en común? Sé que cuesta, y que en ocasiones se hace difícil sentarse a hablar con alguien que no está dispuesto a escuchar.


Sin embargo, incluso en esas circunstancias, estoy convencido que merece la pena intentarlo y sentarse como paso previo a abrir un diálogo sincero, dispuestos a escuchar y comprender los puntos de vista del otro. Pues como decía el político francés André Malraux “Si de veras llegásemos a poder comprender, ya no podríamos juzgar”.


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