El pasado viernes 28 de Diciembre de 2007 tuvo lugar en el Centro Cultural de Llano de Brujas la presentación de la séptima edición de la revista anual “Mi Pueblo” que edita la Asociación Cultural Nuevo Mundo. El acto estuvo amenizado por la representación teatral del grupo infantil de dicha asociación y las peripecias del mago Copín que deleitó a pequeños y mayores.La velada finalizó con una muestra teatral del grupo de jóvenes de “De Vuelta Al Son” que nos ofrecieron una representación de la obra de teatro que este año que ahora termina quedo en segunda posición en el Certamen CreaJoven en la categoría de artes escénicas.
En total fueron más de dos horas de espectáculo y diversión en el que participaron niños y jóvenes de todas las edades bajo la coordinación de Concha Palacios y Maricarmen Martínez.
Respecto a la revista señalar que esta cuenta con buenos e interesantes artículos que merecen la pena ser leídos. Yo dejo aquí el artículo que escribí para dicha revista con el título “LA DEMOCRACIÓN: EL GOBIERNO DEL PUEBLO”
La democracia representa un sistema de organización de la sociedad en la que las personas que la integran tienen la posibilidad de influir abiertamente sobre el proceso de toma de decisiones. Y ello a través del voto de cada ciudadano con el que se eligen a los representantes en las instituciones nacionales, autonómicas y municipales que tienen la capacidad para poder legislar sobre cuestiones que nos afectan a todos.
En nuestro país la palabra democracia cobra un importante significado porque durante cuarenta largos años al pueblo español nos fue arrebatada la capacidad de poder decidir a nuestros representantes siendo sustituida por un sistema dictatorial carente de libertades y de respeto a los derechos humanos. Un régimen que sin contar con los ciudadanos se autoproclamó en defensa de los valores nacionales y que abolió un gobierno elegido democráticamente.
No se trata de realizar en estas líneas un repaso a la historia democrática de España pero si hacer constar de donde venimos para comprender el presente. Pues no debemos olvidar que al igual que si hay comida no hay hambre, si hay medicamentos no hay enfermedad, si hay ignorancia y no se respeta la verdad no hay democracia.
Afortunadamente eso quedó atrás y estamos a punto de cumplir casi treinta años de democracia cuya grandeza reside en la honestidad que tuvo el Rey D. Juan Carlos I de ceder el poder que le fue otorgado por Franco al pueblo para que éste decidiera cómo quería organizarse y quienes serían sus representantes. Siempre estaremos los españoles agradecidos a su majestad la grandeza de su decisión pues consciente de que recibía un poder que no contaba con el apoyo del pueblo supo cederlo al pueblo. De ahí su figura y su reconocimiento por parte de la sociedad española.
Ahora que corren tiempos en los que algunos “profetas” auguran que la estabilidad del sistema democrático está en peligro, y que personalmente estoy convencido que obedece mas a intereses electoralistas que a la propia realidad social. Conviene recordar que la democracia se hace día a día. Que somos todos nosotros quienes a través de nuestro comportamiento y acciones contribuimos a la consolidación de la democracia. Acciones como el respeto a la libertad de expresión, el fomento de la igual de oportunidades, la no discriminación por razón de raza y la igualdad entre el hombre y la mujer representan comportamientos ciudadanos que cuando los ponemos en práctica contribuyen a consolidar la democracia en nuestro país. Y sobre todo, la importancia que tiene poder decidir cada cuatro años quienes queremos que nos representen en el Congreso de los Diputados, en la Asamblea Regional o en nuestro Ayuntamiento.
Pero por encima de todo, la esencia de la democracia reside en aceptar lo que la mayoría del pueblo ha elegido y que nos permita tener un Gobierno que como decía Cervantes acompañe a los ciudadanos en sus problemas y sueños, porque algunas utopías merecen ser soñadas. Ya que aunque no las alcancemos todas, nos marcarán el rumbo por el que hay que avanzar como la utopía que muchos españoles tenían hace unos años de que España gozara de una democracia cuyo poder de decisión residiera en el pueblo.
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