Palabras de Ángel Gabilondo, Ministro de Educación, que ha estado en Murcia durante este fin de semana. Ayer participamos en una charla-coloquio organizada por el Partido Socialista de la Región de Murcia en la que durante más de 2 horas estuvo el ministro atendiendo las inquietudes y preguntas que maestros, profesores, directores, sindicalistas, concejales, alcaldes, políticos y ciudadanos le íbamos planteando. He de decir que tuvimos a un Ministro que no vino a convencernos de nada, sino a escuchar. A escuchar nuestras preocupaciones, inquietudes y nuestras opiniones para entre todos poder mejorar la Educación en nuestro país.
No se convirtió en un acto político más, fue un acto centrado en el problema: en la educación. Me sorprendió gratamente encontrar en la figura de Ángel Gabilondo un hombre conciliador, dialogante, sencillo, discreto, con enorme sentido del humor y con una exquisitez y cuidado en el vocabulario que lo convierten en un hombre entregado a la tarea de tratar de alcanzar un Pacto Social y Político por la Educación en nuestro país que permita mejorar la situación en la que nos encontramos. Un Pacto con ambición de futuro. Un pacto para las próximas generaciones.
Después de escucharle a uno se le queda un sentimiento de admiración hacia un hombre que ha emprendido la difícil tarea de sentar a toda la comunidad educativa, social y política de nuestro país en torno a una mesa con el único fin de encontrar puntos comunes que posibiliten una formación de calidad, más justa, más solidaria y más igualitaria entre los ciudadanos españoles.
Podría repetir muchas de las palabras que nos dijo pero me queda con una: GRACIAS Ministro por apostar por el diálogo, GRACIAS por tu escucha activa, GRACIAS por tu actitud y talante para alcanzar el ansiado Pacto, y GRACIAS por hacernos creer que existen profesiones que son importantes pero hay otras que resultan imprescindibles.
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