El pasado martes fuí al cine a ver la película "Cándida" de Guillermo Fusser. En principio saqué la entrada con la intención de pasar un rato agusto disfrutando de una película cómica que me permitiera por unos momentos sumergirme en un mundo de risa. Sin embargo, después de verla puedo asegurar que sorprendió gratamente.
Se trata de una película cómico-dramática con un transfondo social intenso en que la desigualdad social se transmite a lo largo de las casí 2 horas que dura la película. En esta se transmite la imagen de la mujer trabajadora que con su dedicación y esfuerzo tiene que sacar una familia adelante y asegurar el sustento de la economía familiar. Me pregunto cuántas Cándidas habrán en nuestro país que con su trabajo contribuyen al progreso de la sociedad.
Muchas veces hemos oido hablar de los "protagonistas" de la transición. Aquellos hombres y mujeres (lamentablemente son escasas las que gozan de ese privilegio "protagonista") que configuraron la transición. Sin embargo, es en el trabajo humilde y honrado de todas las Cándidas de este país como se consigió impulsar el cambio social que necesitaba nuestro país.
Hoy en día. En pleno siglo XXI todavía nos es fácil identificar a todas aquellas Cándidas que desde primera hora de la mañana organizan la casa, preparan desayunos, hacen la cama, planchan camisas, ... y además salen a trabajar. Cándidas que las tenemos en nuestras casas, en nuestros edificios, en nuestras urbanizaciones. Mujeres que con su esfuerzo contribuyen a que todo vaya mejor.
A todas las Cándidas de ayer, de hoy y de siempre; mi mas sincero abrazo.
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