domingo, 25 de octubre de 2009

LAS TABLAS DE DAIMIEL: ¿EL PRINCIPIO DEL FIN?




El pasado verano estuve en Daimiel (Ciudad Real). Bien es cierto que los motivos que me llevaron a visitar esta bella localidad manchega fue el 32º “Festival Internacional de Almagro”, festival que recomiendo a los amantes del teatro y a los que os guste el turismo de interior. Pasear por las calles de Almagro, visitar su Plaza Mayor y recorrer las calles empedradas es algo precioso que parece que te traslada a otra época.

Aprovechando mi estancia en el Hotel Doña Manuela de Daimiel (permitirme la publicidad porque se portaron de maravilla cuando se me rompió el coche y me lo solucionaron enseguida), aproveché para visitar el parque natural de “Las Tablas de Daimiel”. Lo primero que a uno le llama poderosamente la atención cuando se aproxima al Centro de Interpretación existente en el parque son los extensos campos de cultivo que hay en sus proximidades. Campos que gozan de una magnífica salud que denotan que allí no existe escasez de agua aparentemente.

Contrasta mucho recorrer las Tablas de Daimiel y observar que apenas hay agua. Que tan sólo hay tierra seca con unas grietas enormes que no hacen más que uno piense que serán cosas del cambio climático.

Pero no, en los últimos días estamos viendo las noticias que se suceden en torno a la situación de este parque natural y como lo que ahora tenemos es consecuencia de la acción del hombre. Cuando leo declaraciones que dicen que esto es el final de las Tablas de Daimiel, no puedo más que mostrar mi indignación porque esto no es más que una muestra de que nos estamos cargando el planeta.

Me pregunto ¿qué le vamos a dejar a nuestros hijos? ¿y a nuestros nietos? ¿qué han hecho las Administraciones por salvar esto?... lamentablemente no hemos hecho nada por salvar nuestro patrimonio natural y quizás, como dicen los expertos, ahora sea tarde.

No puedo más que comparar esta situación con la que vive la Huerta de Murcia, -o lo que queda ella-. Una huerta donde ya no corre agua por las acequias, donde las tahúllas de cultivo han dejado paso a “tahúllas de ladrillo”, donde por los carriles que antes pasaban carros y bicicletas, ahora pasan una gran cantidad de coches como si de una avenida de la ciudad se tratara… Pienso que debemos reaccionar, creo que debemos hacer algo.

Está en juego nuestro medio ambiente, está en juego nuestro planeta.

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