domingo, 11 de octubre de 2009

A MIS AMIGOS

Cuando todavía resuenan los ecos de la boda de Ana y Javi, me dispongo a escribir unas breves líneas a mis amigos. Ayer viví uno de los días más bonitos de mi vida porque fue como si un hermano mío se casara. Hablar del valor de la amistad no es fácil porque la amistad por encima de todo es algo que se siente y que fluye por nuestro interior. Para mí la amistad es como una llave que te deja entrar en el corazón de los demás y que te enseña a valorar los defectos y virtudes de los demás.

Reconozco que soy un afortunado por disponer de los mejores amigos. La llegada a mi vida de todos ellos ha sido por caminos muy diferentes. Francisco Antonio y Sergio por la vía de la infancia y de compartir desde pequeños juegos y pupitre, sueños e ilusiones. Con ellos fui creciendo y aprendiendo, descubriendo el mundo que nos ha tocado vivir y a los que tengo un gran afecto por todo lo que han significado en mi vida. Con ellos he madurado y he vivido los años más felices de mi vida: aquellos de niño en los que los juegos te llevan a un mundo de fantasía e ilusión en donde todo es posible.

Mariajo llegó por la educación física y aunque transcurridos nuestros años en la Facultad de Educación se distanció, con el tiempo regresó y se ha quedado para siempre. Con ella siempre encuentras un punto de vista distinto, un compromiso sin límites y una vocación de servicio público increíble que no puedas hacer otra cosa que quererla como es.

Bea vino a través del trabajo. Con su sonrisa infinita y con su actitud crítica ante la vida. Con su forma de ser y con una familia a la que aprecio como ellos a mi. Presen ha sido la última en llegar pero no por ello menos importante. Con ella he descubierto que la vida nunca te deja de sorprender, que donde menos te lo esperas puedes encontrar una persona encantadora que te ayuda a crecer como persona y analizar las cosas de forma reflexiva.

Javi y Alfonso llegaron a través de la universidad, y unos años después se incorporó Alfredo que sirvió para conformar un grupo de una calidad humana excepcional y de una entrega sin límites increíbles. Con ellos he aprendido que la amistad no tiene límites, ni te hace esperar, simplemente es una forma distinta de amar. Ayer cuando asistí a la boda de Javi y Ana pude sentir como vivimos el día más bonito de su vida como si de un hermano se tratara. Quizás pueda sonar a pedante pero los que nos conocéis bien sabéis que formamos un grupo en el que a pesar de nuestras diferencias, actuamos como una familia. Sabemos que nunca nos vamos a fallar los unos a los otros y que siempre vamos a estar ahí para lo que podamos necesitar.

Hemos pasado muchos momentos juntos. Buenos y malos, y es sobre todo en estos últimos donde nuestra unión se ha hecho más fuerte. Ahora es fácil hablar pero nosotros sabemos perfectamente los momentos difíciles que hemos pasado durante nuestros años de oposición y las tardes enteras que nos hemos pasado realizando trabajos.

Ahora han aparecido personas nuevas. Chicas maravillosas como Ana y Cristina que saben muy bien a lo que me estoy refiriendo. Dos mujeres que han comprendido a la perfección que lo que nos mantiene unidos es algo especial, ese algo que te permite hablarle a la otra persona con sinceridad. Otras mujeres encantadoras como Trini y Noelía. Y otro como Raúl que me ha demostrado que por un hermano se da todo y un poco más.

No sé si será la edad pero después del día de ayer me sentía en la obligación de ponerme a escribir pensando en vosotros. Gracias por estar siempre ahí.

Os dejo con una canción que resume muy bien lo que significa la amistad. ¡Que la disfrutéis!


2 comentarios:

María José dijo...

Anda y anda.......como empezemos nosotros a hablar de ti.....
Lo que ha unido el hombre/la mujer...que no lo separe ni "Dios" -con perdón-.
SIEMPRE ASÍ....

Pina Jr. dijo...

Yo aquí no veo ningún "lo lo ló" ni tampoco alusión al Meca. Y del Bartolo de Bullas...¿No dices nada tampoco? jajajaja. Un abrazo Coronel.