Andamos estos días metidos en plena presentación de los presupuestos municipales para el año 2008. Tal y como viene siendo tradición en los últimos años, el equipo de gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Murcia aprovecha para hacer públicas las cuentas a “cuenta gotas”. Cada día sale el concejal correspondiente a presentarnos sus proyectos e inversiones para su departamento durante el año venidero.
Hoy le ha tocado el turno a la Concejalía de Medio Ambiente y Calidad Urbana dirigida por Dña. Adela Martínez-Cachá Martínez que como ya comentamos en el artículo de ayer se trata de una de las nuevas preocupaciones de nuevo modelo del PP “ecológico”. Mañana saldrá otro concejal y así hasta completar páginas de periódico en la que se nos ofrecen proyectos y números en los que raramente vemos su materialización en hechos.
No se trata aquí de abordar datos numéricos respecto al presupuesto municipal pero si destacar algunos hechos que resultan cuanto menos curiosos. El primero es que cómo es posible que un presupuesto que afecta a todos los ciudadanos no se haga escuchando las demandas de los ciudadanos. Es como si en el seno de una familia cuando se va abordar un posible inversión no se discutiera y debatiera cual es la opción más conveniente para toda la familia. Simplemente se trata de escuchar para conocer las demandas de los ciudadanos.
El modelo de democracia participativa que promueve el PP es éste. Proponer grandes números sin contar con los ciudadanos, y con sus representantes más próximos que son los vocales de las juntas municipales. No se nos informa y la falta de transparencia es absoluta.
La segunda cuestión es que se trata de unos presupuestos que no concretan en inversiones específicas. En los mismos desaparecen las inversiones concretas a realizar en barrios y pedanías, reduciéndose a ofrecer cifras numéricas sin especificar en proyectos concretos.
El tercer aspecto que me gustaría resaltar es la marginación existente entre los ciudadanos de las pedanías y de la ciudad de Murcia. Desigualdad que no se materializa a la hora de abonar los correspondientes impuestos municipales.
En fin, durante estos días seguiremos hablando de presupuestos porque ahora es lo que toca. Qué lástima que no salgan los mismos concejales al cabo de tres o cuatro meses para hacer balance del grado de cumplimiento de los mismos.
Hoy le ha tocado el turno a la Concejalía de Medio Ambiente y Calidad Urbana dirigida por Dña. Adela Martínez-Cachá Martínez que como ya comentamos en el artículo de ayer se trata de una de las nuevas preocupaciones de nuevo modelo del PP “ecológico”. Mañana saldrá otro concejal y así hasta completar páginas de periódico en la que se nos ofrecen proyectos y números en los que raramente vemos su materialización en hechos.
No se trata aquí de abordar datos numéricos respecto al presupuesto municipal pero si destacar algunos hechos que resultan cuanto menos curiosos. El primero es que cómo es posible que un presupuesto que afecta a todos los ciudadanos no se haga escuchando las demandas de los ciudadanos. Es como si en el seno de una familia cuando se va abordar un posible inversión no se discutiera y debatiera cual es la opción más conveniente para toda la familia. Simplemente se trata de escuchar para conocer las demandas de los ciudadanos.
El modelo de democracia participativa que promueve el PP es éste. Proponer grandes números sin contar con los ciudadanos, y con sus representantes más próximos que son los vocales de las juntas municipales. No se nos informa y la falta de transparencia es absoluta.
La segunda cuestión es que se trata de unos presupuestos que no concretan en inversiones específicas. En los mismos desaparecen las inversiones concretas a realizar en barrios y pedanías, reduciéndose a ofrecer cifras numéricas sin especificar en proyectos concretos.
El tercer aspecto que me gustaría resaltar es la marginación existente entre los ciudadanos de las pedanías y de la ciudad de Murcia. Desigualdad que no se materializa a la hora de abonar los correspondientes impuestos municipales.
En fin, durante estos días seguiremos hablando de presupuestos porque ahora es lo que toca. Qué lástima que no salgan los mismos concejales al cabo de tres o cuatro meses para hacer balance del grado de cumplimiento de los mismos.
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